toma de decisiones y resolución de conflictos


La vida entera es una sucesión de decisiones que se viven todos los días, a cada hora. La mayoría de esas decisiones se toman frente a conflictos de baja intensidad que no producen ni preocupación ni angustia; por lo tanto, las personas ni se percatan del conflicto, ni de las decisiones que toman, menos de las consecuencias que esas decisiones acarrearán.
Hay al menos 3 decisiones vitales, una decisión vital es aquella que al tomarla afecta directamente el curso de nuestra vida personal estas son:
·         Estudiar o no estudiar (esto incluye la decisión de qué estudiar).
·         Trabajar o no trabajar (esto incluye la decisión de en qué trabajar).
·         Casarse o no casarse (incluye la decisión de con quién se va a casar).
Estas tres decisiones mencionadas anteriormente definirán nuestras vidas son las cosas más importantes en nuestra vida personal se podría decir.
Pero también hay que saber tomar decisiones interpersonales e intergrupales ¿Qué ocurre cuando se toman decisiones equivocadas? Por lo menos se presentan 4 implicaciones:
·         Provoca frustración: la persona percibe que se ha equivocado de camino en la obtención de sus objetivos, lo que se vive con mucho enojo, dando como resultado la frustración.
·         Hace perder el tiempo: debido al error en que se incurre al tomar una decisión equivocada, hay que invertir tiempo para entender, corregir, pedir disculpas, enmendar el camino trazado, dar explicaciones, esperar a que las condiciones sean adecuadas para volverlo a intentar, etc.; mientras tanto el tiempo avanza, la edad aumenta y las exigencias sociales también.
·         Se golpea y lastima la autoestima: ese maravilloso motor que llamamos AUTOESTIMA, que sirve como motivación interna y que permite experimentar sentimientos de seguridad y auto-aceptación, amor a sí mismo y una auto-imagen de éxitos, termina sufriendo el impacto de las malas decisiones, ya que los resultados no son los esperados.
·         Debilita la disposición a esforzarse: las personas que enfrentan estas situaciones sienten, opinan, que no vale la pena lo que están haciendo, les invade un sentimiento de fracaso que es acompañado de un sentimiento melancólico y depresivo.
Al menos por estas 4 razones se debe evitar tomar malas decisiones.
NO SE DEBE CONFUNDIR LO URGENTE CON LO IMPORTANTE.
No importa de que tipo de conflictos se trate, aquí se presentaran 7 pasos para la mejor decisión:
1.   Detente y piensa: las peores decisiones se toman de prisa, sin pensar, sin reflexionar, sin medir consecuencias. Por tanto, las mejores decisiones se tomarán dando tiempo para evaluar cada oportunidad, cada posibilidad que se tenga por delante.
2.   Objetivos claros: si no hay objetivos o estos están confusos no será posible tomar una buena decisión, ya que no podrá anticipar consecuencia alguna. TODA DECISIÓN DEBE ESTAR AMPARADA EN OBJETIVOS DE VIDA. 
3.   Factores determinantes: indica aquellos elementos que por su importancia pueden facilitar o dificultar que la decisión que se tome pueda llevarse a la realidad. Los factores determinantes son aquellos elementos objetivos que deben servir como lámparas que iluminen el camino para saber que decisión es la mejor que se tiene que tomar.
4.   Desarrollar opciones: esto requiere de que se tome un tiempo adecuado para reflexionar y poder pensar más allá del momento en el que la persona se encuentra. También requiere que la persona esté emocionalmente serena, porque de lo contrario se puede empecinar en una sola opción para decidir.
5.   Considerar las consecuencias: muy probablemente este sea el momento mas importante a la hora de tomar buenas decisiones y este sea el punto más débil en la psicología de los adolescentes: la dificultad de anticipar las consecuencias de sus actos, por eso se meten en tantos problemas que bien se podían haber evitado.



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