Evaluación de los recursos

Lo siguiente a considerar en el plan de vida es si se cuenta con los recursos necesarios para poder lograr los objetivos previamente planteados. Estos recursos se deben reunir en dos grupos: 1) recursos humanos; 2) recursos materiales.

Los recursos humanos a los que se aluden a las habilidades propias que cada persona posee. Adalberto quiere ser abogado, pero la lectura no es una habilidad que él haya desarrollado; es más, evade cualquier tarea que se asocie con tener que leer. Ha planeado mal, ya que la habilidad de la lectura es necesario para quien aspire a ser abogado. Es fundamental entender que un plan de vida no solo involucra los aspectos académicos universitarios, también hay salidas alternativas como escuelas o carreras técnicas. Lo que es fundamental es descubrir cuáles son las habilidades dominantes en la persona, no lo que le gusta, sino aquello para lo que es más hábil, más diestras, más capaz.

Otros aspectos de estos recursos humanos es el de que se debe contar con la ayuda, el apoyo de la familia. Aunque esto no es determinante, es un aspecto que facilita las cosas, ya que es muy gratificante sentir que la familia apoya el plan de vida que se ha diseñado. El segundo grupo de los recursos se refiere a los recursos materiales: aunque sea cruel, un plan de vida requiere inversión de esfuerzo, tiempo y dinero. Hay algún albañil que a lo mejor quiso ser ingeniero, pero por falta de recursos no pudo costearse sus estudios. Ejemplos como este hay y miles.

Con todos estos factores en mente se debe dedicar un tiempo prudencial para poder hacer un buen plan de vida.

Un plan de vida está compuesto por:

            1-    ASPIRACIONES Y EXPECTATIVAS

            2-    OBJETIVOS

            3-    METAS

            4-    DECISIONES

            5-    RECURSOS

                        a)    HUMANOS

                        b)   MATERIALES

Hay que recordar que dos cabezas piensan más y mejor que una. En consecuencia, la personalidad madura y la autoestima saludable le permitirá saber en qué momento busca el apoyo necesario y a quien buscar para que brinde ese apoyo de manera apropiada; por lo tanto, tendrá la suficiente humildad como para aceptar la ayuda que se le pueda brindar.