El fracaso genera un
sentimiento de frustración e inutilidad. Estas son reacciones normales cuando
las cosas no resultan como se esperan. La frustración puede generar diversas
reacciones como la ira, ansiedad o estados depresivos, entre otros. El
sentimiento de inutilidad puede lastimar la autoestima, modificar el auto
concepto y cuestionar la auto-imagen. Esto se debe a que,
conscientemente o no, siempre se está atento a la opinión que los demás tienen
de lo que cada uno hace. Y hay una tendencia a causar una buena impresión, a
tratar de demostrar que tan listos, inteligente o hábil se es en lo que se está
desempeñando.
Cuando el fracaso ocurre
invade a la persona una sensación de vergüenza social se reconoce, siempre está
presente en el pensamiento de ¿Quién van a decir de mí? A partir de esto la
persona que fracasa en hacer su plan de vida, generará justificaciones de lo
sucedido, echara la culpa a otra persona y, en el peor de los casos mentira
sobre las razones del fracaso.
Debido a que la naturaleza
del ser humano es sustentable al error es un absurdo buscar la perfección. Es
más, la búsqueda de la perfección en el actuar humano genera una disposición a
pensamientos y comportamientos de tipo neurótico, a cultivar conductas
excesivas, ya que la perfección no se alcanza nunca, y eso es en sí mismo frustrante.
A cambio de eso un buen plan
de vida para los adolescentes o para una persona adulta, debe buscar la
excelencia, entendiendo que la excelencia es una actitud racional, consciente,
responsable y madura, orientada hacia la superación de las limitaciones
identificadas en sí mismo, con la finalidad de ser superadas hasta donde sea
humanamente posible y enfocadas hacia una actitud expresada en la afirmación de
que hoy soy mejor que
ayer, pero mañana seré mejor que hoy.
https://bryan31542.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario