Si bien se ha abordado cuál
es la mejor manera de tomar buenas decisiones, aquí se debe agregar un factor
más: EL ESFUERZO
ESFUERZO:
CANTIDAD DE ENERGÍA QUE SE
EMPLEA
EN LA EJECUCIÓN DE UNA
TAREA, AÚN
CUANDO HAYA DIFICULTADES.
Absolutamente nada ocurre si
alguien sé queda de brazos cruzados, esperando que las cosas cambien pos sí
mismas. Esto significa que si se quiere lograr algo HAY QUE HACER QUE LAS COSAS
SUCEDAN. Si algún alumno desea sacar buena nota en el examen de ciencias,
deberá esforzarse dedicándole
un par de horas de estudio cada día para lograr lo que desea.
Al salir del bachillerato,
una joven quiere estudiar y trabajar a la vez para costearse sus estudios,
deberá entonces esforzarse por ser muy disciplinada y rendir adecuadamente bien
en ambos ambientes: el del trabajo y en la universidad.
Pero por si pereza o
comodidad un joven deja de esforzarse, hasta los deseos más fáciles se volverán
imposibles de alcanzar. El aliado perfecto del esfuerzo es la disciplina. La
disciplina no sólo ayuda a lograr los objetivos y las metas, sino que además
contribuye a la formación y al fortalecimiento del carácter de una persona.
DISCIPLINA
Es la capacidad de actuar
Ordenadamente y tenazmente
con el
Fin de obtener un bien.
Repitiendo: una vez
planteados los objetivos y las metas, hay que esforzarse por alcanzarlos. La
mejor manera de hacerlo es esforzándose por lo que se quiere.
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